Published on Siglo21, January 2015 -article and recipes by Amalia Moreno-Damgaard.  La influencia española vino a enriquecer aún más la dieta latina. Sin embargo, en estas tierras ya existían cimientos fuertes debido al capital agrícola y cultural del Nuevo Mundo. Lo que se importó a través de los colonizadores se fundió con lo nativo para dar vida a una nueva cocina.

¿Qué sería de los frijoles volteados, de los guisos, de las sopas y las salsas sin la cebolla y el ajo?, ¿Serían los tamales del pasado tan deliciosos como los de hoy sin carne y manteca de cerdo?, y ¿el recado, sin el ajonjolí y la canela? Productos animales como el ganado vacuno y porcino, y las aves como el pollo y sus subproductos llegaron a América de España, adonde llegaron a su vez del Medio Oriente y Asia.

Arroz, el supergrano
Originario de Asia, el arroz fue otro ingrediente que vino con el intercambio alimenticio y cultural. Actualmente, unas 90 mil muestras de variedades de arroz residen en el Banco Internacional de Genes de Arroz (Filipinas). Estas variedades de arroz se dividen en dos grupos, arroz de grano largo y arroz de todo propósito y especialidad, y de aquí parten otros tipos de arroz como el arroz café, arroz japónica, y aromáticos como el basmati y jazmín, que provienen de las montañas del Himalaya y Tailandia, respectivamente.

Aunque una paella auténtica es hecha con el arroz Bomba de Calasparra en España, en América Latina el arroz de grano largo sirve como base para platillos que surgieron de ella como el arroz con pollo, arroz con gandules, gallo pinto, rice and beans, arroz valenciano y paella latina.

En un tour por España cociné una paella con pollo con mi amigo gallego el Chef Pepe y confirmé que mi estilo para preparar el platillo era casi idéntico al de él.

Ver Recetas:  Gallo Pinto (Costa Rica) y Arroz con Gandules (Puerto Rico)